En esta pequeña recapitulación
se desarrollará algunos conceptos básicos sobre el funcionamiento del cerebro.
En la primera parte se desarrollará la integración unimodal
senso-perceptiva motriz. En la segunda
parte, las redes y sistemas neurofuncionales. En la tercera parte, el
aprendizaje, memoria, motivación y bases neuronales. Y en la cuarta parte, la
atención, pilotaje (función ejecutiva), en adición, se dará algunas pinceladas psicopedagógicas para su aplicación en el aula.
1. La integración unimodal senso-perceptiva y
motriz.
Está comprobado, que todos los
órganos de los sentidos tiene la misión de traducir a señales nerviosas[1]
los diversos modalidades de energía que llegan desde el entorno o desde el
propio cuerpo (Narbona, 2014) .
Por ejemplo, la luz, el
sonido, los cambios mecánicos por contacto con objetos externos o del mismo
organismo (tacto exterioreceptivo y propio receptivo, respectivamente) y los
marcadores químicos[2]
se convierten en un único tipo de señal con la que el sistema nervioso puede
trabajar los potenciales de acción[3].
Todas las informaciones que
provienen de los sentidos (a excepto del olfato) llegan al tálamo. Desde el tálamo se lanzan proyecciones hacia la corteza
cerebral primaria.
La corteza cerebral primaria,
con su forma de estratificada, en sí
posee predominio de neuronas granulares[4].
De ésta se proyecta a
·
La
corteza pericalcarina occipital para las sensaciones
visuales.
·
Al
inferior de la cisura postrolándica para las aferencias
gustativas.
Las proyecciones olfativas no
hacen estación en el tálamo… pero están muy relacionadas con el colorido afectivo-motivacional y con la memoria remota. Las proyecciones olfativas inciden directamente en la corteza rinencefálica[7].
En medio de ello, éstas también envían señales a través de mediadores químicos[8] que modifican el
funcionalismo del cerebro sobre la corteza cerebral a través de los receptores
que están situadas en el hipotálamo.
Este último, se encarga de conectar al resto del sistema nervioso a través del medio
interno o sistema hormonal.
Al margen a las distintas
porciones de la corteza primaria
receptiva se asienta la corteza
asociativa secundaria. Este corteza posee
en su forma estratificada una porción más equilibrada de neuronas
granulares y piramidales. Este tipo de corteza cerebral permite la integración
unimodal de los diversos tipos de percepciones, tal como proceden del
mundo real.
Por ejemplo, el ruido de un
instrumento musical, el ruido de la lluvia o de un porción de sonido que
escuchamos, todas ellas, están compuestos por un multitud de sonidos simples
con diferentes frecuencias. Esa integración del conjunto permite el
reconocimiento del ruido en cuestión.
Lo mismo sucede con:
·
La modalidad visual, con la percepción de la
forma, del colorido, de la ubicación y
del movimiento;
·
La modalidad táctil, con
la consistencia, la rigurosidad, de deformidad, etc. de los objetos.
·
Los diversos olores y sabores son
reconocimiento mediante la integración de diferentes componentes sensoriales
traducidos en potenciales de acción en
el bulbo
olfatorio y en las papilas gustativas de la lengua antes
de proyectarse a la corteza cerebral.
Para el caso del MOVIMIENTO MUSCULAR, las prolongaciones
axonales de las motoneuronas[9]
de la medula espinal y del tronco cerebral, transmiten señales bioeléctricas a
las células musculares.
Las células musculares, en el
interior de ellas, producen fenómenos de contracción por las proteínas
especiales: actina y miosina. Estas proteínas se deslizan entre sí en paralelo,
acortando o alargando la masa muscular.
Este fenómeno se produce
gracias al impulso bioélectrico desde el nervio al músculo. En ese trance
interviene, esencialmente, la
acetilcolina, que es una sustancia que actúa como neurotransmisor en la
sinapsis encefálicas a diferentes niveles.
Las motoneuronas, están bajo
el control de la vía corticoespinal que
a su vez
tiene su origen en las células
piramidales de la circunvolución frontal ascendente, especialmente, del
hemisferio cerebral que son opuestos a las mitades corporales izquierda y
derecha.
Las células piramidales[10], a su vez recibe
modulación muy compleja desde las áreas asociativas secundarias, parietal
superior y frontal preomotora. Todas ellas, constituyen de continua consulta
entre sí.
2. Aprendizaje, memoria, motivación
Desde la perspectiva de la
ciencia o la neurobiología, el aprendizaje implica que con el motivo de la
experiencia el sujeto modifica la estructura y función del sistema nervioso (Narbona, 2014) .
La interacción entre la
constitución neurogenética e influencias del medio es muy notable en el cambio
de la conducta y en general del organismo. Este aprendizaje, se da gracias a la
intervención de la memoria a largo plazo.
Desde el enfoque de
aprendizaje según (Narbona, 2014) se puede distinguir dos tipos de
memoria compleja a largo plazo:
2.1. La
memoria implícita no declarativa: se distingue porque comprende
el aprendizaje y la utilización en escaso esfuerzo atencional. Cumple de
recurso para relaciones básicas del sujeto con el entorno como:
ü El condicionamiento,
ü La
automatización de hábitos, y
ü Habilidades
cognitivos o motores.
Estos facilitan el vivir
diario con el mínimo coste del esfuerzo de la consciencia, además, liberan la
atención y la supervisión de la conducta adaptada bajo el control del sistema
ejecutivo.
2.2.
Memoria
explícita declarativa
Almacena datos y eventos de
contenidos significativos o vivenciales (al que se conoce como memoria
autobiográfica) o pertenecientes al saber común o adquirible mediante la
educación (memoria semántica).
Para que ocurra esta modalidad
de memoria, el hipocampo, juega un papel fundamental, el cual actúa como un
microsistema cerebral.
3. Atención, pilotaje: sistema ejecutivo.
Desde la perspectiva de la
neurociencia se considera atención a la actualización
de la consciencia sobre un objeto interno o externo durante el tiempo necesario
para cumplir una determinada tarea.
El pilotaje es el control
consciente de un sistema ejecutivo. Los cuales se realizan bajo la jerarquía de
las estructuras prefrontales del cerebro que, a su vez, están conectadas
abundantemente con el resto de la corteza terciaria temporo-parietal y el
sistema de regulación afectivo emotivacional.
Por otro lado, para que haya
la integración del sistema de información y coherencias en ellas, el sistema
cortical terciario se alimenta con un conjunto de estructuras provenientes de
la amígdala temporal que se sitúa profundamente en el lóbulo temporal.
El sistema ejecutivo, controla
los datos actuales manipulados por la memoria
operativa o memoria de trabajo[11]
con los de memoria a largo plazo.
Esto permite al individuo ponderarse de la verosimilitud y la coherencia
central de las percepciones del mundo real. Así son posibles, la planificación,
el control y la adaptación flexible de la conducta compleja.
4. Comunicación y lenguaje
La integración del lenguaje
(fonología, sintaxis, acceso al léxico) los neurólogos afirman que se realizan
normalmente en el hemisferio izquierdo,
concretamente, en el área de Broca[12],
área de Wernicke[13] y con numerosos
conexiones al tálamo y el hemisferio
cerebeloso derecho.
Las dimensiones funcionales
del lenguaje están apoyadas en el sistema asociativo prefrontal, parietal
inferior y cingulado de ambos hemisferios. Por otro lado, a través del sistema cingulado
se establecen conexiones con la amígdala temporal , los núcleos septales[14]
y el hipotálamo.
5. Aplicación neuropsicopedagógica
¿Qué aspectos concretos se
pueden realizar para mejorar la educación a partir de los presupuestos teóricos
de neurociencia? Creemos, el conocimiento fisiológico por parte de los
mediadores en la educación acerca del
cerebro es muy importante y necesario.
Es necesario, porque a partir
de la resonancia magnética (neuroimagen)
uno puede detectar qué partes de la estructura cerebral se activan por ejemplo,
cuando uno escucha la música, cuando se observa un material audiovisual, o
cuando uno palpa materiales sólidos, etc.
Detectar estas formas de
activación tiene muchas ventajas. Por ejemplo, a través de la resonancia
magnética un docente puede enterarse si su alumno aprende más, por la vía
auditiva, por la vía visual, o por la vía sensorio táctil, etc.
Esas detecciones al docente le
van a permitir planificar eficazmente el
desarrollo óptimo de sus sesiones de aprendizaje.
¿Pero
queda ahí?
El conocimiento de las
actividades del cerebro, no solamente, sirve para actividades prospectivas,
sino también para las actividades preventivas. Pues, permite a potenciar y
mejorar habilidades objetivamente, asimismo, ayuda a detectar discapacidades o
déficits para poder mejorar a través de diferentes estimulaciones.
BIBLIOGRAFÍA
Este trabajo ha sido
sistematizado de los siguientes textos.
·
Pinel JP: Biopsicologìa. Caps. 3 y 4. Madrid: Pearson, 2007.
·
Habib M. Bases neurológicas de las conductas.
Caps. 2 y 6. Barcelona: Masson, 1994.
·
Narbona J. Estructura y función del cerebro
humano. MIEP Universidad de Navarra, 2014.
·
Snell R. neuroanatomía clínica. Barcelona:
Health, 2014.
·
Fustinoni, O. Semiología del sistema nervioso.
Buenos Aires: El Ateneo, 2011
·
Kandel, Eric. En busca de la memoria, Katz,
2007
[1] Las
neuronas del sistema nervioso transmiten las señales por procedimientos
químicos, emitiendo unas sustancias llamadas ‘neurotransmisores’ que excitan o
inhiben a las neuronas adyacentes.
[2] Estos son
por ejemplo, los olores y los sabores.
[3] Un
potencial de acción, también llamado impulso eléctrico, es una onda de descarga
eléctrica que viaja a lo largo de la membrana celular modificando su
distribución de carga eléctrica. Los potenciales de acción se utilizan en el
cuerpo para llevar información entre unos tejidos y otros, lo que hace que sean
una característica microscópica esencial para la vida.
[4] Las
células granulosas son las células más pequeñas que se encuentran en el
encéfalo y son un tipo de neurona extremadamente pequeña. Las células
granulosas se encuentran dentro de la capa granular del cerebelo (la cual es
también conocida como la capa 3, la capa más interna de la corteza cerebelar,
con la capa intermedia siendo la capa de las células de Purkinje y la capa
molecular siendo la capa externa), el giro dentado del hipocampo, la capa
superficial del núcleo coclear dorsal, y en el bulbo olfatorio.
Las células granulosas del cerebelo
representan casi la mitad de las neuronas del sistema nervioso central. Las
células granulosas reciben entradas excitatorias de las fibras musgosas
procedentes de los núcleos pontinos. Las células granulares envían fibras
paralelas a través de la capa de Purkinje hacia la capa molecular donde estas
se ramifican y se propagan a través de ramificaciones a las dendritas de las
células de Purkinje. Estas fibras paralelas formar miles de sinapsis
excitatorias- Gránulo de células y las células de Purkinje sobre las dendritas
intermedio y distal de las células de Purkinje utilizando glutamato como
neurotransmisor.
Las células granulosas de la capa 4 de
la corteza cerebelosa reciben impulsos de entradas desde el tálamo y transmiten
impulsos de entradas a lo largo para viajar en gran medida a las capas
supragranular 2-3, sino también a las capas infragranular de la corteza
cerebral.
[5] Es el
plano superior del lóbulo temporal.
[6]
Circunvalación parietal ascendente.
[7] Es la
cara interna de los lóbulos temporal y frontal y en la región más anterior de
la corteza insular.
[8] Los
mediadores químicos pueden ser: estado hidroeléctrico, glucemia y hormonas.
[9] El
término motoneurona o neurona motora hace referencia, en vertebrados, a la
neurona del sistema nervioso central que proyecta su axón hacia un músculo o
glándula.
[10] Conocido
también como la Vía corticoespinal
primaria.
[11] La
memoria de trabajo es un tipo de memoria de corto plazo en la que interviene la
corteza prefrontal, sede de las funciones ejecutivas. Nos permite integrar
percepciones instantáneas producidas en períodos cortos y combinarlas con el
recuerdo de experiencias pasadas (Kandel, 2007).
[12] Está
ubicada en la tercera circunvolución frontal del hemisferio izquierdo, en las
secciones opercular y triangular del hemisferio dominante para el lenguaje.
[13] Su papel
fundamental radica en la decodificación auditiva de la función lingüística (se
relaciona con la comprensión de las palabras); función que se complementa con
la del Área de Broca que procesa la gramática.
[14] son
estructuras que se encuentran por debajo de la tribuna del cuerpo calloso en la
parte delantera de la lámina terminal (la capa de materia gris en el cerebro
que conecta el quiasma óptico y la comisura anterior, donde este último se
continúa con la lámina rostral) , compuesto por neuronas de tamaño medio
agrupadas en grupos: medial, lateral y posterior.
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